18 diciembre, 2014
Próximamente pondremos en marcha una campaña para recoger tapones de plástico para ayudar al pequeño Rodrigo, un niño palmesano de 5 años que tiene una enfermedad rara, la de Sandhoff. Esta enfermedad es genética y degenerativa pues afecta al sistema nervioso manifestándose con trastornos en el habla, en el sistema motor y con ceguera, básicamente.
Sólo hay unos 30 casos en el mundo, y el suyo quizás sea el único en el país. Pero hay una esperanza de conseguir una posible curación porque el profesor Cox de la Universidad de Cambrigde está llevando a cabo un proyecto para desarrollar una cura para esta enfermedad. Esta investigación se financia con fondos privados y ahí es donde podemos participar todos: ¡recolectando tapones de plástico!
Cada día desechamos muchos en nuestros hogares y si le sirven a Rodrigo, ¿por qué no ayudarle? Además, no sólo sirven las tapas del agua o de la leche, ¡hay muchas más!
En los tapones de tetrabrick, también sirve la parte pegada al cartón.
En los tapones de aceite o salsas, también sirve la parte pegada a la botella o el bote.
En las pistolas difusoras de plástico, también vale el tubo.
Los desodorantes roll-on de plástico sirven enteros.
Las tapas de mascarillas y cremas sirven, y si el envase es del mismo plástico, también.
Las tapas de toallitas húmedas. Los porta-lentillas de plástico.
Pegamento en barra tipo Pritt, entero.
Capuchones de bolis y rotuladores.
Tapón del tipp-ex, quitando el pincel.
El envoltorio amarillo de los juguetes de huevos Kinder.
Tapones de limpiadores tipo Pronto. Boquillas de productos que se pulverizan.
¡Y todos los que se te ocurran! Siempre que sean de plástico y no pertenecieran a productos tóxicos.
En pocos días encontrarás una caja en recepción donde podrás colocar todos los que juntes, así que mientras tanto ¡puedes ir guardándolos!
Por cada tonelada de estos tapones se recaudan entre 150 y 200 euros. ¿Comprendes por qué es tan importante tu colaboración?
¡Rodrigo y sus papás nos lo agradecerán!
